Este pasado
domingo se abrieron por primera vez las puertas del nuevo huerto del barrio. Y
allí se dieron cita las vecinas y vecinos atraídos por este proyecto de agroecología
comunitaria. Y este es solo el primero de muchos domingos que están por venir, domingos de diseño,
de plantación, de construcción… pero no me quiero ir por las ramas, vayamos al
ajo del asunto.
Era un caluroso
día de febrero (sí, era caluroso y sí, era febrero) vecinos llegados de todos
las regiones del distrito se paseaban inquietos de un lado para otro por el
huerto primitivo de Adelfas. Algunos se entretenían
cosechando un poco de rúcula y alguna lechuga, pero otros no podían apartar su
mirada de las puertas. Esperaron un rato y luego otro rato más y luego… luego
llego ella. Ella, la dama de azul; azul vaquero, azul ceniza, azul turquesa…
aaahh y un gorro de paja de la Red de Huertos. Y entonces se abrieron las
puertas y pudimos pisar por primera vez aquella tierra compactada, y pasear
entre absortos y maravillados por la hermosa parcela.
Pero no contenta
con abrir la puerta principal se encaminó con decisión hacia la caseta. 1000
kilos de hierro forjado infranqueable para la mayoría y ella con un suave
movimiento de muñeca hace girar la llave y ZAS ya está abierta. Un suave rumor
de sonido metálico se empieza a percibir. Son azadas, rastrillos, palas… que
vienen a toda prisa a visitar su nuevo hogar a lomos de la carretilla.
También llegan
sillas y en un santiamén se forma una asamblea de la que nacerán las primeras
propuestas de diseño del espacio, y también se repetirán viejos miedos de cierto
sector vecinal, que esperemos se vayan suavizando a través del desarrollo de
las actividades que se realizarán domingo tras domingo. Así, en círculo, dibujamos
el mapa en la tierra y vamos incorporando los distintos elementos que formarán
parte del huerto: la zona de cultivo, las aromáticas, la zona estancial, la
compostera, el semillero…
Aun hay que
darle varias vueltas al diseño, este domingo 1 de marzo seguiremos pensando y poniendo en común todas las ideas pensadas a lo largo de la semana. Y además realizaremos las habituales tareas de cuidados y riegos, mantendremos el pulgón a raya y quien sabe si algo podremos cosechar.
Ahora es momento de retomar una
sección que teníamos un tanto olvidada. HUERTAN@ DEL DÍA: en esta ocasión el premio
va para Nerea y Guillermo, porque una escena tan agro-urbanita no podía quedarse
en el tintero. Y porque si se fijan bien descubrirán un alto sincronismo entre ellos,
los dos muy concentrados y los dos utilizando la famosa técnica Adelfiana de
entrecruzar las manos para conseguir un
estado de conciencia superior.
Y mientras tanto
en el huerto original y genuino, las habas después de haber pasado los rigores
del crudo invierno parecen fuertes y en disposición de mostrar sus primeras
flores.
No quiero tampoco
dejar de lado a las semillas que están esperando en el invernadero de
Cantarranas para germinar. Y no es una cosa baladí este asunto, bien es
conocida la “rivalidad” entre Adelfas y Campo de Cebada después de que los
primeros ganaran en territorio enemigo las primeras agrolimpiadas de la Red de
huertos. Pero he aquí que cuando llega el invierno sus semillas no entienden de
rivalidades y se arrejuntan en un alveolo y comparten cuidados y mimos. Ya
llegará la competición veraniega de “La ensalada más sabrosa”, hasta entonces
paz, amor y guisantes en flor.
La Cebada ha muerto...
ResponderEliminarha nacido LA CORNISA...
y me parto de la risa
de ver a vuestro huerto
humillando la mirada,
sumiso y vencido,
¡oh, el polvo han mordido!
en la siguiente agrolimpiada.