Superando la ola de calor.

Un verano más caluroso de lo normal en el que hay que hacer un esfuerzo extra por conseguir mantener a las plantas con vida, más paseos con las regaderas y nuestros largos metros de mangueras. Un sacrficio recompensado al ver lo bonito que se va poniendo el huerto y las pequeñas cosechas que podemos ir repartiendo, cuando los ladronzuelos nocturnos nos lo permiten.

Y no todo está siendo trabajar desde hace un par de meses el grupo de punto de los viernes se ha consolidado, con sus posteriores meriendas al atardecer a la que se suma mucha más gente. Vamos que hay punto y las cenas que suelen ser un puntazo. Así que ahora andamos organizando los riegos de verano, los turnos de los camboyanos que pasaran un agosto madrileño. Si te apetece echarnos una mano ya sabes donde encontrarnos.